27. VIDA PEREGRINA
Las Conchitas, pinillos Bolívar. Celebración de la Palabra.
Diócesis de Magangué. Parroquia la inmaculada concepción, Las Conchitas, pinillos Bolívar. 20 de junio de 2008
Bibliografía, Mateo 6,19-23; 6,29-34
DESARROLLO
No acumular tesoro en la tierra donde la polilla y el moho la destruyen. Más bien acomunen tesoros en el cielo… allá donde nadie destruye. Los ojos son la luz del cuerpo, si tus ojo están en salud, está iluminado todo el cuerpo, de lo contrario todo el cuerpo está el oscuridad.
Dios al crearnos nos dio la potestad de administrad los bienes de este mundo, nosotros somos administradores y no dueños. De la forma como hayamos administrado los bienes temporales Dios nos pedirá cuentas, cuando nos toque entregar cuentas del lo bien o mal que hayamos administrado. Las injusticias que sufrimos es por porque algunas personas en su egoísmo no solo quiere someter la naturaleza sino que también quiere someter a las otras personas como si fueran esclavos irrespetando sus derechos de persona humana. Dios queriendo evitar esta mala forma de proceder nos dio normas para una buena convivencia, estas normas es lo que nosotros conocemos con el nombre de mandamientos. Bien sabemos que algunos hacen caso omiso a la ley de Dios, no creen en la palabra de Dios y actúan como si la vida no se les fuera acabar nunca, no han podido entender que nosotros en este mundo somos peregrinos y nuestra vida en un momento a otro se nos acaba. Si pudieran entender que la felicidad de este mundo es pasajera no actuara de esa manera. Pues la vida eterna que Dios nos da y la felicidad que en Dios nos espera es superior a nuestra vida terrena, ya que nuestra vida terrena el gozo que nos da es imperfecto, mientras que el gozo que da Dios es total perfección.
Si a nuestra razón le agregamos la luz de la fe es más fácil entender, las cosas de este mundo que con la simple razón.
El ser humano encerrado en sí mismo alimentando su egoísmo, su orgullo, enredado en la soberbia se aparta de Dios, rechaza hacer la voluntad de Dios buscando sus propios intereses, y como se olvida de Dios desprecias al prójimo.
Mateo 6,24-34) estamos con Dios o contra Dios, pero no a su favor y en contra de Él al mismo tiempo. La Santa palabra nos enseña preocuparnos no por los bienes terrenales sino por los bienes celestiales, si Dios da el sustento a los animales ¿que no dará al ser humano que donde Él mismo fue capaz de sacrificarse por él? Si Dios le Dios la belleza las flores, ¿no tendrá más belleza el ser humano que fue hecho a su imagen i semejanza? Las cosas materiales solo preocupan a los que no conocen a Dios. Busquemos primero el Reino de Dios que lo demás se dará poa añadidura. Dicho de otro modo buscar primero agradar a Dios que lo demás vendrá después.
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