2. ESCUCHA AL SEÑOR QUE TE HABLA

ESCUCHA AL SEÑOR QUE TE HABLA
Buenos Aires Pinillos Bolivar
18de febrero de 2008

Evangelio según San Mateo 5,43-48

Amen tambien a sus enemigos y oren por ellos, por los que los persiguen y así llegarán a ser de su Padre Celestial y que hace salir el sol para buenos y malos y la lluvia a justos e injustos.

¿Puedo amar al enemigo? y ¿Orar por el me persigue? si pero ¿Dónde queda mi dignidad y mi orgullo?

El Señor Jesús es príncipe de paz, Él fue quien reconcilió al genero humano con nuestro Padre Dios, y la vez nos deja un mandamiento nuevo, amarse los unos a los otros como Él nos ha amado.

Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo y olvidarse del rencor, el odio y perdonando por amor a nuestro prójimo sin importar la falta que él cometa.

El amor a Dios y al prójimo es el que nos motiva a ser sus mensajeros, se ama a Dios no como escapatoria sino para dar testimonio del amor que Dios nos tiene.

Nuestro Obispo viendo la necesidad de manifestar el amor que Dios nos tiene, adoptó un plan de pastoral (PDER/E) como modelo de Evangelización donde cada bautizado desde su estado de vida y carisma evangélico anuncie el mensaje de salvación que no es otra cosa que el Reino de Dios.

El proceso nos presenta un plan global: pueblo de Dios en camino y participación, comunidad misionera y mariana, orgullosa de su identidad comprometida con su liberación evangelizada y evangelizadora, identificada con la promoción humana construyéndose en la Eucaristía y creciendo a través de ella. Comunidad abierta a todos que vive la comunión como exigencia de Dios, participación de todos en la misma identificación, una comunidad que asumen el Evangelio en su vida -promoviendo -la justicia, la paz y el amor.

SS. JUAN PABLO II Es la eucaristía la que construye la Iglesia. La diócesis vive su historia de salvación celebrando la Eucaristía, anunciando la venida del Señor y su Reino creciendo a través de al misma eucaristía.

Los invito a escuchar a Dios que nos habla a través de la  creación y nos invita en su Palabra a amarnos los unos a los otros y por medio de nuestro obispo a través del párroco en nuestra parroquia. no seamos sordos al  llamado de Dios y atendamos su llamado y hagamos con alegría el que nos mande.