11. HE AQUÍ AL SIERVO DE DIOS
Santa lucía Simití Bolívar
17 de marzo de 2008
Parroquia del Espíritu Santo San Blas Monterrey
Bibliografía, del libro del profeta Isaías 42,1-7
DESARROLLO
He aquí a quien yo sostengo… este no es el siervo que no hace las cosas por su cuenta sino que se apoya en aquel que lo ha enviado, pues Él ha puesto su con fianza en el Padre y del Padre habla y da testimonio a través de signos y prodigios. Ser sostenido por Dios es igual que edificar su casa sobre la roca, es tener una buena base para construir si casa sintiéndose seguro, porque en Dios tenemos la máxima seguridad para la Vida.
Mi elegido en quien se complace mi alma… este siervo están fiel que en Él no hay engaño, don el mismo Dios Padre se siente horrado por la fidelidad de este siervo y Él se siente amado por el Padre, y en el amor del Padre ama a toda la humanidad y busca que la humanidad se ame así mismo y ame al Padre en el Hijo. Es por eso que Dios se siente complacido, porque Él ha dado lo mejor de sí, Él es su propio Hijo amado, por amor a su padre no lo defraudará.
He puesto mi Espíritu sobre Él… es Dios mismo quien obra en Él, por eso se sostiene. Entre este siervo y el Padre existe una comunión permanente, inquebrantable ya que entre Él y el Padre hay un dialogo constante, esto significa tener el Espíritu de Dios, y este espíritu de Dios también lo recibe todo bautizado. El Espíritu de Dios reside en todo bautizado, en momento del bautismo baja como una paloma, y en el Hijo de Dios Todos los bautizados por la fe, somos elegidos de Dios.
Dictará la ley a las naciones… Él dicta ley de Dios, que es amor como el ama, el profeta refiriéndose a Él dice: es Señor es mi ayuda ¿quién me hará temblar? ¿Quién se atreve a condenarme? No vociferará ni lazará el tono y no hará oír su voz en la calle… no pene resistencia contra quien lo acusa, no hace propaganda de sí mismo, no se vanagloria, no asumen su propia defensa.
Caña quebrada no partirá, y mecha mortecina no apagará… no destruirá al débil, al contrario consuela al triste y al cansado y abatido lo hará descansar y su yugo es liviano y ligero.
Lealmente hará justicia… denuncia las injusticias, la impunidad el robo, la incoherencia entre ley y vida, donde se castiga al débil e indefenso, al fuerte se le deja delinquir libremente.
…no desmayará ni se quebrará hasta implantar en la tierra el derecho y su instrucción atenderá las islas. No se cansará se agotará, no sedará sobornar ni se acobarda ante los salivazos e insultos, no teme a las torturas ni a la muerte, es fiel hasta en los momentos más difíciles, su enseñanza no para, hasta llegar al último rincón de la tierra, superando todo obstáculos, todo es será superado e implantará el reino de Dios en la tierra. Reino que garantiza la paz, pues la dignidad de la persona humana es respetada, no existe mentiras pues todos sus integrantes son conocedores de la verdad, y viven libres de toda opresión. Todos viven como hijos de Dios y los seres humanos se respeta como hermanos, donde hacen desaparecer el odio, el individualismo producto del egoísmo; desaparecen todas las penas porque el reino de Dios rechaza el sufrimiento.
Así dice el Señor Dios Yavé
El que creo los cielos y los extiende
El que hace firme la tierra y lo que en ella brota
El que dad aliento al pueblo que hay en ella.
Y espíritu lo que por ella anda.
Este es el creador de todo autor de la vida, solo Él es Dios.
Yo Yavé te he llamado en justicia y así de la mano te formé, te he destinado a ser alianza del pueblo y luz de las gentes.
Para abrir los ojos a los ciegos, para liberar del calabozo al preso, de la cárcel a los que viven en tinieblas.
Todos sabemos quién es este siervo fiel en quien Dios se complace, la señal es el que hace la voluntad del Padre. Si observamos el versículo siete las cosas no solo son vividas por el siervo fiel sino que toda la Iglesia pueblo de Dios esta llamada a imitar las actitudes de el siervo fiel que no es otro que la persona de Jesús.
Nosotros como Iglesia cooperamos a Jesús en la construcción del Reino de Dios. La paz hoy se encuentra amenaza debido a las grandes desigualdades económicas sociales y culturales provocando en diversos pueblos tenciones y discordia, para construir el Reino de Dios, a la manera de Jesús combatir la miseria, la injusticia y promover entre las persona una nueva calidad de vida donde reine la solidaridad con los más pobres; ya que la paz no se reduce a una simple a una simple ausencia de guerra, la paz es fruto del equilibrio donde haya justicia, igualdad y bienestar material y espiritual que se siembra día a día consiguiendo aquel orden querido por Dios (PP 76).
Estableciendo concordato que abran camino para el desarrollo que conduzca a la paz. El otro nombre de la paz se llama desarrollo, por eso es necesario crear condiciones de vida que promuevan el desarrollo, desarrollo entendido como el paso de una vida menos digna a otra más digna, el desarrollo debe entenderse como el mejoramiento de nuestra calidad de vida.
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